El pasado 13 de abril se celebraba el fin de año nepalí, para comenzar el nuevo año 2079, y ese mismo día aterrizaba en Nepal después de dos años y medio sin ver a nuestros peques, ya que por fin se han suprimido las restricciones de viaje y las cuarentenas obligatorias.
El reencuentro con los niños y niñas del colegio fue muy emotivo, ¡2 años y medio sin poder abrazarles! Estuvimos jugando, bailando y viendo fotos de cuando los conocí por primer vez hace 5 años, ¡Es increíble lo rápido que pasa el tiempo y es maravilloso ver cómo crecen!







Como a la siguiente semana comenzaban los exámenes finales y se acababa el curso escolar 2078/2079, decidimos hacer una excursión de fin de curso y nos fuimos a Chandragiri, «el lugar donde los deseos se cumplen». Alquilamos una guagua para la excursión, compramos el pic nic para el almuerzo y nos subimos en el teleférico a una altura de 2551 metros para disfrutar de las vistas de Kathmandú y del parque infantil en las alturas. Fue la primera vez que visitaban este lugar, y sus sonrisas lo decían todo, (también las de los profes ya que era la primera vez para ellos también). Fue una experiencia inolvidable que gracias a todas las gotas de Maresía fue posible.

















De vuelta al colegio, los siguientes días estuvimos trabajando en junto con el Director del y nuestra Contraparte Local, en la formulación de nuevos proyectos: el vallado perimetral de la zona de juegos y deportiva – que la semana pasada presentamos a la convocatoria de proyectos de Cooperación Internacional de la Fundación La Caixa – así como la rehabilitación de los baños o la construcción de una zona para lavarse las manos, entre otros.




También comprobamos el funcionamiento del comedor y es gratificante ver cómo nuestros peques se alimentan de comida caliente y nutritiva cada día gracias a las aportaciones de nuestros socios.

Finalmente llegó el momento de la despedida, en esta ocasión fue muy especial ya que Garmi, Priya, Malina, Pritiví, Rina y Purba terminan el quinto curso, y dejarán de ser alumnos de nuestro cole.







Como toda despedida, se encoge el corazón, pero se compensa con la alegría de haberles vuelto a ver, de estar con ellos y de ver cómo es posible ir cumpliendo sueños gracias a todas las personas que confían en Maresía y lo hacen posible.
Esperamos volver pronto y que este verano podamos viajar con el grupo de voluntarios para participar en el proyecto en terreno, para poder seguir cumpliendo sueños. ABIERTA LA CONVOCATORIA DE 2022. Para más información: https://maresia.ong/voluntariado-internacional/